Primer “Carrete con Cristo 2025” en el San Juan.
En una inspiradora muestra de compromiso social y profunda humanidad, la comunidad de nuestro colegio dio vida a la primera edición de “Carrete con Cristo”, una iniciativa que trascendió las aulas para llevar consuelo y ayuda a las personas en situación de calle en las inmediaciones del Hospital San Juan de Dios.
La noche del pasado viernes 4 de abril, el espíritu de colaboración y empatía se hizo palpable en el colegio, donde estudiantes, apoderados y trabajadores se congregaron con la generosidad como bandera, listos para materializar el fruto de una semana de arduo trabajo y recolección liderada por el Ciclo Ed Media.
Con el corazón enorme y las manos llenas de provisiones, los voluntarios partieron hacia su destino, transformando la fría noche santiaguina en un espacio de encuentro cálido y humano, lejos de la algarabía convencional de un “carrete”, esta instancia se erigió como un faro de esperanza y un testimonio del poder de la comunidad organizada para tender una mano amiga a quienes enfrentan la vulnerabilidad.
La jornada de entrega fue mucho más que la distribución de alimentos y abrigo; fue un acto de presencia, de escucha atenta y de compartir un momento de dignidad con aquellos que a menudo son invisibilizados.
Las sonrisas recibidas y las palabras de agradecimiento resonaron como la mejor recompensa para los voluntarios SJE, quienes demostraron que la solidaridad es un lenguaje universal que conmueve y transforma.
Esta primera edición del “Carrete con Cristo”, liderada por Javier Arenas, no solo brindó alivio inmediato, sino que también sembró una semilla de consciencia y compromiso en la comunidad educativa del San Juan Evangelista, en una experiencia que dejó una huella imborrable en todos los participantes, reafirmando la importancia de mirar más allá de nuestro entorno cotidiano y reconocer la humanidad compartida que nos une a todos.
El colegio San Juan Evangelista celebra el éxito de esta noble iniciativa y agradece profundamente el espíritu generoso de todos los que hicieron posible este significativo encuentro.
“Un carrete diferente, donde la verdadera celebración fue el abrazo fraterno y la certeza de haber iluminado, aunque sea por unas horas, la difícil realidad de quienes más lo necesitan”.
